Cosecha 81

Buen Restaurante/Vinoteca con varios planes para comer/cenar y chatear/aperitivar... Equipo muy amable y profesional. La cocina con toque propio que se muestra al pedir a la carta (excelente elección) y también lo que hoy he vuelto a degustar... el menu degustación que varía cada mes, muestra la cocina imaginativa y su buen hacer...Por 55 euros para 2 personas incuyen 2 aperitivos, 3 platos y 1 postre el pan y agua.

Experimentamos una explosión de sabores en este lugar durante la degustación. La atención al cliente fue sobresaliente, y la variedad y sabor de los platos fueron muy destacados. Mis favoritos fueron por orden: raviolis, la corvina (aunque era rape ese día), el tartar, los rollitos y la presa ibérica . La experiencia se elevó con una copa de godello, un vino suave pero increíblemente delicioso. Recomiendo este rincón a todos los amantes de la buena comida. ¡Sin duda, repetiré! Aquí van algunas imágenes que capturaron la magia de ese día.

Situado muy cerquita del Corte Inglés, Cosecha del 81 es otro de los locales que le da un punto de calidad gastronómica a la zona de la Tabacalera, tan en auge a nivel de construcción últimamente. Apuesta firme por un menú del día de calidad, con 8 opciones de primeros, 7 segundos y varios postres. Y no hablo de elaboraciones básicas, sino de cocina moderna y bien ejecutada. Pedimos los mejillones de la ría en escabeche rojo, de buen calibre y muy ricos, las croquetas de cecina, fantásticas de textura y sabor, y la picaña de ternera, respetando el punto y con gran sabor. De postre tomamos la panacotta, que también estaba muy sabrosa. Con una consumición y café la comida salió a 16€ por cabeza, precio muy ajustado para un menú de esta categoría, con multitud de opciones de calidad y que nos quedamos con ganas de probar. Además, el servicio es muy majo y ágil, sin esperas entre platos.

Para ir y repetir. Muy buen servicio: son atentos y rápidos. La comida es muy buena: sirven platos típicos con un toque diferente, con elaboraciones de alta cocina. Es el único en la zona donde puedes comer algo diferente, y por eso está siempre lleno. Reserva obligada, si no es imposible encontrar sitio. La carta no es muy extensa, lo que es un acierto, porque bordan los platos que ofrecen. Y cambian el menú degustación según la temporada, cosa que se agradece. Buena carta de vinos y muy buenos vermuts. Solía ir a menudo cuando vivía en la zona, y sigo yendo ahora que vivo en la otra punta de la ciudad porque merece la pena: muy buen producto a muy buen precio, y se agradecen mucho el trato y las recomendaciones del personal