Miga

Un cena extraordinaria, una cocina muy buena y sabrosa. Una pena tener al lado una mesa de “personas” que en vez de hablar gritaban como si estuvieran en una cervecería. No tiene culpa el restaurante pero han amargado la cena… por ese motivo bajo la puntuación del ambiente, repito, no tiene culpa el restaurante.

Nueva etapa, tras el doble turno que impuso la, felizmente pasada, al menos para muchos, pandemia, y que parecía haberse institucionalizado, en un lugar donde la degustación de su cocina implica no estar pendiente del reloj. Me alegró, mucho, volver a ver las siempre atentas y profesionales camareras, con una cercanía que va más allá de la estricta y efímera circunstancia de la atención al cliente, lo que contribuye a un cálido y cómplice ambiente, ¿ qué por qué entonces puntuó este concepto con solo un 4 ?, me explico, siendo dos personas tuvimos que cenar en la barra, como les sucedió a otras 2 parejas y, desde luego, no es el lugar más cómodo para disfrutar de la cena. Afortunadamente es de los lugares que disponen de armario-perchero para dejar las prendas, lo que es un alivio cuando te toca sentarte donde mencioné. Comenzamos con un aperitivo a base de un consomé d verduras, muy tonificante. Continuamos con una cremosa ensaladilla de langostinos, refrescante y sin pero alguno. Luego tomamos unos calçots con carabinero, al ser dos, pedimos que nos trajesen uno adicional, que luego cobraron, a pesar de su pequeñez, y no soy el mayor fan de hablar de precios, a 9,20 € - juzgar vosotros mismos - ; el sabor una delicia, con una salsa perfectamente ligada, "de per se" y porque contribuía a darle una textura única al conjunto. A continuación compartimos un plato que en su definición resultaba un tanto fuerte para la noche, pero nada más lejos de la realidad, una delicia y nada pesado. Pimientos a la brasa con morcilla finamente cortada y huevo frito coronando el plato. ¡ Perfecto ! No hay duda alguna que el equipo de Adrián sabe muy bien lo que se hace, a lo que hay que añadir una buena presentación. Quizás lo menos agraciado fue el chocolate al 80% d cacao, con gotas d aceite d oliva y sal. Resultó muy suave, para esa concentración de cacao que buscábamos, grato en boca, pero un tanto alejado del gusto más fuerte que habíamos imaginado. El champagne, un Zusslin Crémant d'Alsace, bi-varietal d Chardonnay y Pinot Gris, lo definiré...como un acierto.

Nos lo recomendó un amigo, que es un experto de esto... y como siempre un acierto!!! El sitio es lo que reflejan las fotos, decoración moderna y atractiva con cocina vista y una barra muy recomendable para comer. Con una luz tenue que cuando te acostumbras, le da su encanto al local. Al principio el servicio te deja tu tiempo para aclimatarte, se podría mejorar un poco... pero luego va todo muy fluido y con muy buen ritmo permitiendote disfrutar de cada plato y que no haya espacios muertos, entre uno y otro. Nos recomendaron muy bien sugiriendo que lo ideal es compartir y pedir un plato y medio por comensal (Somos 5, 3 adultos y dos niñas, de buen comer y estuvo perfecta la recomendación). Os detallo lo que pedimos: _ Ensaladilla de Langostinos y su Tartar (10/10): ESPECTACULAR!!! _ Dos Brioche de Langostino en Tempura (10/10): Delicioso, los compartimos uno para cada dos y se nos quedó corto de lo sabroso que era, pero al final lo agradecimos... quedaba mucho por delante. _ Croquetas de Gamba Roja (10/10): ESPECTACULAR!!! Cuatro unidades deliciosas, en su punto y con una texturas y sabor top. _ Tortilla de Berberechos (9/10): Deliciosa combinación con sabor a mar y gran calidad del Berberecho. _ Tartar de Vaca Vieja (8/10): El sabor y la calidad de la vaca vieja, espectacular. La mezcla del tartar un poco floja, le faltaba un toque de sal y picante, pero entendimos que no querían "ocultar" a la vaca vieja. _ Tacos de Cacheira (10/10): ESPECTACULAR!!! Otro plato "sencillo", pero espectacular! Se te queda corto solo uno. ;) _ Pasta con Txangurro - fuera de carta (9/10): Pasta al dente con un sabor y "tropezones" abundantes. _ Tarta de Chocolate con queso azul (8/10): Muy buena y sin que el queso azul domine el plato... para nuestro gusto hubiese sido mejor servirla caliente y no del tiempo. _ Tarta Fea de Zanahoria (10/10): ESPECTACULAR!!! Cuando ves el plato ni te esperas lo que viene por delante. Muy bueno!!! En el comienzo te sirven un aperitivo de aceite y pan (exquisito) que te cobran a 2€ por comensal. Como comentaba fuimos 5 y con los refrescos, agua y Godello salimos a 181€ (36€/persona). Calidad-precio... Sobresaliente!!! Volveremos... y pronto! ;)

Miga ha pasado a ser uno de nuestros favoritos de Coruña sin ninguna duda. Tienen muy buen producto y un servicio en sala muy profesional pero lo mas importante es que la cocina es de un gran nivel y logra algo muy difícil de conseguir, no es que todos los platos estén perfectamente elaborados, con equilibrios y contrapuntos justos, es que hay platos que te sorprenden y transportan. La cacheira con nabizas te lleva a una aldea con esa cocina casera hecha a la leña, llena de sabor y tradición. La lubina a la pimienta es otro plato sobresaliente donde el producto destaca pero la salsa lo potencia o los puerros con cigalas, todo armonía y sabor. Los postres también nos han gustado mucho. La carta de vinos es bastante amplia donde destacan los vinos gallegos y en la selección hay muy buen criterio. Nos dejamos aconsejar y los dos vinos recomendados, un palomino y un godello, nos gustaron. De precio muy razonable para la estupenda experiencia general. Muy recomendable y volveremos seguro.

La Taberna de Miga es un local situado en Plaza de España, en A Coruña. Tiene mesas en la terraza y en el interior, en varios ambientes. Tiene la peculiaridad de que la carta varía de un día para otro. En caso de tenerlo en carta, es imprescindible probar la croqueta de gamba roja al ajillo, callos al estilo Miga (ojo, son fuertes!) y brioche de langostinos en tempura con salsa Nobu y ensalada de cebolla china. Además, probamos la ventresca de lubina al horno y taco de cacheira de Porco celta crujiente, salsa chipotlera, lombarda encurtida y queso Cebreiro. De postre, tomamos la tarta de zanahoria, torrija de croissant y piña a la brasa, fruta de la pasión y helado de chocolate blanco (nuestro favorito!)

La comida excelente y el lugar muy agradable. En cuanto a la atención tengo sólo un punto que criticar, nada más al llegar no nos atendía, veíamos pasar a la camarera pero ella ni nos miraba y tuvimos que interpelarla para que nos atendiera, y eso que teníamos reserva. De ahí en adelante todo muy bien