La Penela A Coruña

Restaurante de toda la vida en la Plaza de María Pita, en la plaza mayor de la ciudad. La cocina es tradicional, no esperes innovación pero con muy buen sabor y gusto. Como si lo hicieran nuestra abuela. El trato es agradable y atento pero le falta lo que tiene la comida, TRADICIÓN. Más cercania y alegria en el trato, la buena comida bo esta reñida con la alegria y la seriedad. El local está muy bien cuidado. La terraza de cristalera en la plaza es muy agradable, con vistas al ayuntamiento de Coruña. Recomiendo la yorilla de Betanzos, OJO la única tortilla que se toma con cuchara, y después la Ternera Asada... su especialidad y con razón. Imprescindible visitarlo.

El restaurante está en muy buena localización, es amplio por dentro, de diseño clásico pero elegante. La comida estaba buena y abundante, habiendo pedido 3 entrantes, no fue caro y acabamos llenos 2 personas. Lo que no nos gustó demasiado es que aún habiendo mesas disponibles, nos sentaron en unas que tenían sofá y no era muy agradable comer desde ahí.

Buenas. Hemos comido el menú clásico, mejillones, tortilla estilo Betanzos ( al que no le guste el huevo crudo q no la pida) estaba buena, carne asada y ensalada de tomate. Lo acabamos con un postre de leche frita y cafés. La Penela es un clásico de la ciudad con una expansión internacional y nacional tremenda. El producto es de calidad y lo suelen hacer siempre igual. No tiene fallo. La carta tiene más cosas q nunca he probado. El precio es alto para el producto pero ya lo sabemos antes de ir y las raciones son ajustadas, ni escasas ni abundantes. El sitio está situado estratégicamente y tiene una hermosa terraza en la Plaza con vistas al ayuntamiento. Un clásico q no te deja insatisfecho. Si vienes de visita a la ciudad es a valorar el ir a comer o cenar. El local está bien preparado y los camareros son atentos y profesionales. El local tiene la carencia de no tener una barra donde esperar. Yo me adelanté y opté por ir a la mesa y sentarme aunque me hubiera gustado esperar por los demás antes de sentarme.

Excelente restaurante de tradición en el corazón de la ciudad. La cocina es exquisita, con muy buen gusto. El trato, profesional y atento. La localización también hace justicia al lugar. El local está muy bien cuidado. La terraza de cristalera en la plaza es muy agradable, con vistas al emblemático edificio de las casas consistoriales. Los precios son acordes a la calidad del género, de su preparación y del nivel de sitio. Imprescindible visitarlo.

En la misma Plaza María Pita se encuentra el restaurante. Impresionante la tortilla de Betanzos (atención, poco hecha), muy ricos los chipirones (aunque un poco solitarios en el plato) y el bacalao acompañado de patatas muy recomendable. Por variar en el postre pedimos tarta de orujo y estaba muy rica. Es de esos sitios que no defrauda nunca, mantiene su tradición y también su esencia en la cocina. En verano es muy aconsejable la terraza que da a la Plaza María Pita por la luz natural y porque ves la plaza. En una de las fotos se puede ver un crucero justo por uno de sus pórticos.

En la misma Plaza María Pita se encuentra el restaurante. Impresionante la tortilla de Betanzos, ojo!!! poco hecha (por los que no les gusta), muy ricos los chipirones, aunque les pondría alguna guarnición que les acompañara (se les ve en la foto un poco solitarios), y el bacalao acompañado de patatas, muy recomendable. Por variar en el postre pedimos tarta de orujo y estaba muy rica. Es de esos sitios que no defrauda nunca, mantiene su tradición y también su esencia en la cocina. Comimos en la terraza que da a la Pza María Pita en un mes de agosto, temperatura buenísima y luz natural. Me veía como veo a los extranjeros que comen o cenan en la Pza Mayor de Madrid. En resumen, muy muy recomendable.