Pracer

En el top 5 de Coruña, diría que el número 1 de los que he probado. La atención muy buena y buenas recomendaciones. La comida estaba deliciosa, la vieira con espuma de esparragos y guisantes deliciosa, distintas texturas y sabores, croqueta de cangrejo y espárrago con salsa vizcaína, todo super bueno. La costilla a baja temperatura espectacular, se deshacía con tocarla, y para finalizar chocopasión, solo por este último merece la pena volver.

Ha sido un verdadero PRACER poder disfrutar del menú degustación. El sitio es brutal, el ambiente maravilloso, la música fantástica. Da gusto como trabajan con un buen rollo entre ellos increíble, el buen rollo que transmiten es genial, el trato con nosotros no podía ser mejor… Y la comida un espectáculo para el paladar. Fuimos a disfrutar de un regalo, sin conocer el sitio y han ganado un trocito de mi corazón y de mi estómago. Me han hecho muy Feliz. Gracias

Tuvimos una grata experiencia. De primero, disfrutamos de un delicioso plato de entraña con patatas fritas, siendo las patatas con piel lo más destacado por su perfecto sazonado. Como segundo plato, optamos por el boniato con costillar, donde la salsa chimichurri del boniato nos sorprendió gratamente con su sabor único y delicioso. Y las especias y el guacamole del costillar añadieron un toque especial. Aunque nos quedamos con ganas de probar más platos, dejamos espacio para el postre: Chocopasión, el cual es totalmente recomendable. Su innovación y sabor lo convierten en una opción irresistible. Además, creemos que nos invitaron al postre, ya que no lo vimos en el ticket, lo cual fue un gesto muy generoso por parte del restaurante. Sin duda, volveremos para explorar más opciones del menú.

Era la primera vez que íbamos, y en todo momento nos ayudaron y recomendaron cantidades. La comida tiene un sabor exquisito, consiguen unas mezclas de sabores muy buenas. Nosotros probamos 2 de las sugerencias que había, entonces todavía no hemos probado la famosa costilla. El personal es muy agradable.

Impresionante. Local con una decoración muy distinta, alternativa, un concepto diferente en la ciudad. Nosotros cenamos literalmente en la barra viendo como nos preparaban cada plato al momento. El servicio fue inmejorable, incluso el propio gerente nos preparó algún plato y fue super-cercano. La comida estaba exquisita en general pero tengo que destacar la croqueta de centolla porque su textura y ese toque final picante, me encantó!!!. Y aún que todos hemos comido hamburguesas, esta hamburguesa me sorprendió gratamente. La combinacion de la salsa que le hechan por encima con los demás ingredientes, sorprendente!!! Y por último, los postres, nos pedimos los tres para probarlos todos. Mi recomendación es el chocopasión peeero porque el chocolate me pierde. Todos estaban buenísimos. Repetiré.

Un muy buen restaurante. Lo mejor fue el servicio, un servicio muy agradable, que te explica la carta y te recomienda muy bien. Sobre la carta, es muy original, platos muy elaborados mayormente. Lo único que no me gustó es que algunos platos llevaban demasiada salsa para mí gusto. Sitio muy recomendable

Escogimos menú degustación (sorpresa): dos entrantes, dos platos principales y dos postres. Todo exquisito. Nos descoló un poco al principio cuando nos presentaron en un pequeño cuenco un aceite de oliva que, sino pedimos una ración de pan (2 rebanadas), no teníamos manera de degustarlo, y sin informarnos previamente que esto tenía un coste, sin darnos la opción a elegir si lo aceptábamos o no, entendiéndolo por defecto como una muestra gratuita de cortesía. El trato correcto y amable, pero como sugerencia para mejorar (2 estrellas ambiente) el volumen de la música ambiental: la música se oía más que al camarero cuando nos estaba explicación cada plato. En general, calidad-precio muy recomendable.

Reservamos para dejarnos sorprender por un menú degustación elegido al detalle por sus maestros cocineros, mezclando a la perfección multitud de ingredientes que consiguen un resultado delicioso y una explosión de sabores para el paladar, acompañado con la diversión y el entretenimiento de ver cómo los elaboran al ubicarnos en su barra en forma de U, con la zona de preparado de los platos frente a nosotros. Un auténtico espectáculo de magia sin mayor truco que la dedicación y la pasión por la buena cocina. Y, aunque ya sea un tópico, ha sido un placer ir a Pracer.