Filato

La comida y el servicio muy bueno. Pero no hemos podido disfrutarlo por el frío que hemos pasado en la terraza. En verano debe ser maravillosa pero en invierno no deberían reservar mesas fuera. Nos dijeron que estaba acondicionada pero solo hay biombos de cristal y sombrillas con estufas pero hace muchísimo frío al no estar techada ni acristalada.

La experiencia no fue tan buena como esperábamos... Nos encantó el sitio y volveremos a ver si mejora. La comida en general muy bien salvo los canelones, que la pasta estaba un poco seca El servicio, parecían un poco descoordinados y despistados 1.- Nos quedamos si aperitivo, creo que fuimos la única mesa sin el 2.- Nos trajeron la comida antes que la bebida, in poco raro 3.- Tampoco nos trajeron cubiertos para servirnos la comida, tuvimos que pedir una cuchara para servirnos la salsa 4.- Luego fuimos transparentes a la hora del postre, después de un tiempo prudencial y de que el personal pasara varias veces por delante nuestra sin ofrecernos postre. Tuvimos que llamar para que nos tomaran nota Bueno, imagino que tuvieron un día malo, Volveremos, porque creo que es un buen sitio para comer

Precioso restaurante en las afueras de Alcalá de Henares, cerca de la hermita de la Vírgen del Val. La decoración interior y la terraza son muy bonitas y acogedoras, además de modernas. La comida está muy rica aunque el precio es algo elevado. Fuimos a celebrar una comunión y el trato fue inmejorable.

Recomiendo este local para ir a disfrutar de su terraza en buena compañía. Está bien decorado y es muy agradable. La atención del personal fue estupenda. Los precios están bien, de acuerdo al nivel del local. He ido a comer una vez y no lo voy a valorar porque prefiero hacerlo la próxima vez que coma en el. De todos modos puedo decir que estuvo bastante bien. Se me olvidaba, los baños están muy bien decorados y en perfectas condiciones de uso.

El sito súper chulo y original, tanto la zona del restaurante como la de la terraza, fue en esta última donde comimos ya que fuimos sin reserva y suerte tuvimos de tener mesa, por que a los 5 minutos se lleno todo. La comida bastante buena y la atención también. Sin duda volveremos para probar más cosas de su carta.

Fui a comer con mi madre el menú del día. Tiene un valor de 15€, incluye bebida y postre. Al pedir las bebidas, nos pusieron una tapa de aceitunas y picatostes con humus. Tomamos de entrantes huevos rellenos de foie y ensalada de pollo. Ambos platos deliciosos. En segundo lugar, salteado de ternera y brócoli estilo oriental, que no nos gustó mucho, y perca con salsa tártara y patatas panaderas, que sí estaba muy rico. Los postres también buenos, sobre todo la tarta de queso. El trato de los camareros es excelente. El lugar es muy amplio, acogedor e íntimo. Los baños están impecables y muy bonitos. La experiencia ha sido muy buena.

Fuimos hace unos meses, y nos encantó. Lo primero que llama la atención es el local (os recomiendo visitar el servicio 😉) por su decorado lleno de plantas y una disposición de las mesas muy cuidada, provocando una sensación de amplitud y acogida al mismo tiempo. Por supuesto, los camareros brindan un trato acorde al lugar: sublime. Para compartir, pedimos las láminas de tomate del terreno (13,90 €) con ventresa y pimientos que, aunque no puede parecer algo demasiado elaborado, se nota en el sabor del tomate que han elegido un cultivo de calidad y no algo que puedas encontrar en cualquier supermercado. Las croquetas caseras (11,90 €) son de degustación obligatoria. No las describo porque hay que probarlas. Solo os diré que hay de varios sabores. La entraña a la parrilla se sirve laminada y en su punto, acompañada de unas patatas y una salsa que hacen que el plato se derrita en la boca. Buenísimo. El solomillo de ternera (23,90 €) es otra de las cosas que hay que probar sí o sí en Filato. La carne jugosa con la crema de patatas y las setas es otra de las combinaciones con las que vuelve a acertar el restaurante. El arroz abanda (17,90 €) es otra de las grandes elecciones que se pueden hacer. Equilibrado en ingredientes y con un arroz tirando a meloso, este plato también destaca. ACTUALIZACIÓN Para empezar elegimos los tacos de costilla y chicharrón (13,90 €). A priori, son sabores que no te imaginas juntos, pero es algo que debéis probar. Además, con el guacamole y la cebolla le da un punto fresco que pega con la costilla mucho más de lo que pudiésemos pensar. También, probamos el pulpo a la plancha (22,90 €) que, quizá se antoja algo caro para la cantidad de pulpo que es. Aunque el plato en general no te deja hambriento, se abusa de la papada ibérica para rellenar. El pulpo estaba en su punto y la combinación era ideal, pero aquí fallan las cantidades. Por último, la presa ibérica adobada (19,90 €) es una "visita obligada" en Filato. Ya no solo por la carne, que estaba increíble, si no por el sabor al combinarla con la salsa de piña y mango. La batata, por supuesto, también es digna de mención. Los postres fueron el brownie de pistachos (6,50 €) y la "no-torrija" (5,90 €). El brownie estaba rico, aunque no es algo que destaque entre toda la carta. Sin embargo, la torrija que no es torrija sí que se nota un punto bastante artesanal que merece la pena.