Bar But

Super leckere Tapas, absolut ALLES empfehlenswert, dazu der Orangenwein✨ Man kann entweder entspannt drinnen an der Bar sitzen und dem koch beim zubereiten des Essens zusehen oder draußen in der Sonne. (Traducido por Google) Tapas súper ricas, se recomienda absolutamente TODO, más el vino de naranja✨ Puede sentarse relajado en el bar y observar al chef preparar la comida o afuera bajo el sol.

Un lugar acogedor, las tapas ricas, sobre todo las alcachofas y el queso trufado nos gustaron mucho. Los precios son normales para un bar así, las porciones medianas, nosotros eramos dos personas, pedimos 3 tapas y las compartimos y cada uno se tomó 2 vermut. No somos de comer mucho así que nos fue suficiente como cena.

Menú de día Bar But, muy bueno! Fuimos entre semana y la verdad nos gustó bastante todo, tanto el ambiente, el local, servicio y comida. Las raciones nos parecieron algo escasas, pero compensan con calidad de producto y mimo en cada plato. Pedimos pasta con carrilleras, bacalao con salsa de guisante y burger a la mostaza. De postre tarta de queso. En general a pesar de las raciones nos quedamos bastante bien. De precio nos pareció correcto, unos 14€ por persona. ¡Espero que sigan así!

Fuimos a comer y el trato de la camarera no pudo ser mejor. El local te hace sentir como en casa y estuvimos muy a gusto. Una pena que a la comida le faltara, en los platos que probamos, un poco de potencia de sabor. Las bravas se sirven a modo gofre e impresiona la textura, pero personalmente no me sabía mucho a patata. La vieira venía con un jamón muy sabroso, pero le restaba todo el sabor a la vieira y el puré de calabaza sabía soso. El bao de pulled pork si que tenía todo su sabor y los postres estaban aceptables. Para probar está bien, pasarás sin duda un rato muy agradable y acogedor.

En el conocido barrio de Gràcia en Barcelona se encuentra el Bar But, un lugar que llama la atención desde afuera y que nos atrajo lo suficiente como para entrar y reservar una mesa. Su apariencia es muy atrayente, tiene la familiaridad de los bares tradicionales de antaño y un diseño moderno, acogedor y cálido. Su decoración minimalista está cuidadosamente diseñada, hay dos espacios, el de la entrada con una predominancia de la madera y el interior donde destacan el blanco y el ladrillo visto. Es un espacio acogedor que te da la bienvenida con la puerta abierta, con una barra donde puedes ver al cocinero preparando los platos justo enfrente tuyo. Abierto desde el almuerzo hasta la cena, la cocina se centra en la cocción a baja temperatura. En su breve pero interesante carta, ofrecen tapas y platos de temporada elaborados con ingredientes frescos y de calidad, presentados con mucho gusto. EL único pero es la carta de vinos que es muy corta.