D.o. Vins I Platillos

Recomendable 100/% Mi pareja y yo entramos casi por casualidad. Era un viernes noche, acabamos de cenar y nos apetecía un “digestivo”. Entramos por inercia y a partir de ese momento lo primero que encontramos fue un gran profesional (Oriol) sudando la camiseta que no dudo un segundo en atendernos en la barra. Le pedimos nuestras bebidas que sirvió raudo y abundante. Al estar en la barra se creó rápidamente una complicidad familiar que nos encantó. Mientras disfrutábamos del ambiente y la atención de Oriol y Mati pudimos descubrir sui generosa y variada especialidad en vinos. Nos despedimos de ellos agradecidos y con la promesa de volver con tiempo para degustar sus vinos y platillos. La calidad de los productos es imprescindible pero el valor de calidad humana lo supera. Gracias Oriol y Mati. Volveremos.

Me gustó mucho este sitio, la carta muy amplia y con tapas típicas de la zona. Pedimos surtido de croquetas, zamburiñas y langostinos con romescu y estaba todo buenísimo. Quizá algo elevado de precio por la zona en la que está el restaurante pero vale la pena. Loa postres algo flojos y bastante caros también. Nos costó 40 euros la cena con 2 cervezas. El postre era un bizcocho con Bayleis.