Bejapo Sushi

Fuimos a probar el buffet libre y salimos encantadas. Todos los platos que pedimos estaban riquísimos, proporciones generosas para ser un buffet libre. El sushi de los mejores de la ciudad sin duda, por la variedad y el sabor. Mis favoritos fueron un sashimi flameado con salsas y un sushi con salsa de mango por encima que estaban espectaculares. De postre pedí un mini mochi de fresa con un sabor brutal, pequeño pero intenso. El ambiente es genial, la decoración muy llamativa y cuidada. El trato super amable de los camareros, además fueron rápidos trayendo la comida siendo un restaurante bastante grande. Sitio muy recomendable 😜 La bebida y los postres van por separado.

Siempre me ha gustado este sitio, si que es cierto que ha perdido desde la última vez que fui, se llena muchísimo y aún con reserva siempre toca esperar un ratito, y a veces tienen que hacer huecos metiendo más mesas y es un poco incómodo comer con tanto bullicio y gente a un palmo. Para la comida no tengo quejas, pues el sabor es buenísimo, y de los mejores nigiris de flameado de salmón que hay cerca.

Hemos pedido el buffet (14,95€) y calidad precio me ha parecido muy bien. Me han sorprendido las gyozas de cerdo, un plato que no me suele entusiasmar, y la calidad del salmón en todas sus variantes me parece muy aceptable. Me gustaría destacar el servicio, ya que había bastante gente y los camareros han sido rápidos en todo momento. Había bastante bullicio ya que el restaurante estaba casi lleno. Le daría un 4,5 si pudiese, pero google no deja. Volveremos seguro

Ayer fuimos a cenar aquí y tengo la sensación de que desde que han reformado el lugar no es un sitio tan bueno, aun así el personal no deja de ser muy encantador y agradable aun que la demora entre platos puede llegar a ser bastante grande. El ambiente es aveces un poco caótico ya que las mesas están muy cerca unas de otras y si hay alguien gritando entonces parece que está sentado a tu lado. Las raciones son muy pequeñas, supongo que para que puedas probar muchos platos sin tener que después dejar comida en la mesa pero se hace un poco cansado.