Colmado Múrria

El lugar es interesante y los productos de calidad y buenísimos. Pedimos una copa de cava y una tabla de quesos y realmente, son de los quesos más deliciosos que he probado. Los camareros son simpatiquísimos. Te cuentan de los origines de los productos y te hacen sentir bienvenidos. Un placer de lugar que recomiendo y para repetir. El detalle de las fotos por cinco euros es simplemente genial.

Ambiente inmejorable y con 100 años de historia con calidad de productos inmejorable. El Colmado Múrria es un establecimiento modernista del año 1898 situado en el Ensanche de Barcelona y cerca de la Plaza Cataluña. Está Especializado en productos gastronómicos catalanes e internacionales, con surtido de quesos artesanos, ahumados, embutidos, caviar, aceites, conservas, vinos y champañas. Tiene dos ambientes, la tienda a la entrada y el espacio de tapeo y mesa(especifico porque tienen dos cartas, la de mesa y la de tapeo si te sientas en barra y mesas altas). Desde que entras notas que estás en un sitio especial y en cuánto degustas el placer es inmenso. Nosotros nos decantamos por sentarnos en la barra y pedir niguiri catalan de salmón y caviar, niguiri catalán de atun (los dos deliciosos) matrimonio de salmon y papada ibérica (5,20€) la ensaladilla del murria(con brindada de bacalao, impresionante por 9€) y un eclaire de ventresca de atún....todo, todo,todo estaba impresionante. No dejéis de ir, entras en la historia de Barcelona y pasas el mejor de los momentos.

Reconvertirse…y bravo por la manera en que lo han hecho. Clásico colmado barcelonés donde además de poder comprar productos Gourmet se puede comer y cenar. En mi caso fue cena y en el interior, pasada la zona de barra y con vistas a la excelente nevera de vinos. Ni que decir tiene que los niguiris son obligatorios, el de salmón de 10 pero es que el de atún…, de matrícula de honor, a la altura del curioso, para mí, fricando de atún. El cordero también para chuparse los dedos. De vinos van muy servidos y dejarse aconsejar es quizás la mejor opción. El trato y el local a la altura de la comida así que tocará volver y espero en breve.

El ambiente es lo que primero llama atención. Pero la comida es muy buena, es un ambiente íntimo y acogedor. Además los camareros súper amables. El vermut antich es un capítulo a parte de lo bueno que está! Hace poco que abrieron trás la reforma que ha convertido de colmado a restaurante. Tiene muy pocas mesas, por eso es recomendable reserva.