Bodega Solera

Una de las mejores selecciones de vino que recuerdo, y los que tienen fuera de carta aún más interesantes. Grandes recomendaciones para pasar buen mediodía y volver a la noche a por más. Los platillos están muy ricos, como dicen alguno, no son grandes, aunque yo no busco cantidad sino calidad, y de esto tienen lo suficiente para gustar. En definitiva, hay que ir a disfrutar del vino y acompañarlo con buenos mordiscos.

Cuando llegas a la puerta de la Bodega Solera te da la impresión de estar en un local con antigüedad, pero está abierta solo desde el verano de 2023. Es un híbrido entre taberna andaluza y bar de vinos o bistrot. Tiene una decoración apabullante, con objetos muy variopintos y de procedencias singulares seguramente. Lo que si que tiene espectacular es una gran bodega de vinos. Los estudiosos de la tapa ibérica podrán hacer una inmersión en ellas más allá del típico y manido mollete –que también lo hay, de rabo de toro– y descubrir el caíllo: un montadito de presa ibérica, sofrito y alioli. Hay una pizarra luminosa en la que conviven las marineras murcianas, el salpicón o la gilda con una ensalada de tomate de Barbastro. y un genuino y catalanísimo fricandó de ternera: un repertorio amplio y versátil, apto para comer algo rápido como para aposentar los codos en el mármol y vivir la vida. Tienen además un cortador de jamón titulado.

Si eres andaluz y vives en Barcelona y echas de menos la sensación de estar en una tabernita de tu tierra o incluso en esa caseta de feria que tanto te gusta con tus amigos, este es tu sitio. Si no eres andaluz y buscas un ambiente desenfrenado, informal, decoración top, buenos vinos y exquisita gastronomía de tapas, es tu sitio también. Hacia tiempo que no me lo me pasaba tan bien bebiendo jerez, escuchando Lola Flores y comiendo un mollete de rabo de toro que quita el sentío. Un sitio recomendable, no, lo siguiente!

Bar muy agradable y con poca presencia de turistas (de momento). Los platillos son muy buenos y originales, con producto de calidad y todos hechos al momento en la barra. Sin embargo, las cantidades son algo justas por el precio. Todo lo que comimos estuvo excelente, quizás a destacar el montadito de ensaladilla con anchoa, las alcachofas y los dados de solomillo con boniato. De postre probamos el tiramisú hecho al momento y el flan de queso. Ambos muy bien. También destacar la gran variedad de vinos, aunque antes preguntad por el precio de cada copa, ya que podéis llevaros algún susto (6,5€ p.e). Nos sentamos en la barra y fue muy agradable poder hablar con el camarero.

Taberna increíble, si quieres comer tapas de nivel es lo tuyo, la comida buenísima, tenemos pendiente probar algunas otras tapas ya que cuando fuimos poca cosa ya quedaba, una variedad fantástica de vinos , nosotros nos pedimos uno francés increíble, preparad la cartera que barato no es, por lo que te cobran quedan muy cortos en cantidad, pero en general esta fenomenal el lugar!!