Txakoli

Recientemente visité este restaurante y tuve una experiencia maravillosa. Desde el momento en que entramos, el personal fue muy amable y atento. Pero quiero destacar especialmente al camarero que nos atendió. Fue extremadamente cortés, servicial y conocedor del menú. Nos hizo buenas recomendaciones y estuvo pendiente de todas nuestras necesidades durante toda la comida. Sin duda, su atención hizo que nuestra visita fuera aún más especial. La comida también estuvo deliciosa, con platos bien presentados y sabores exquisitos. Definitivamente recomendaría este restaurante a cualquiera que busque una experiencia memorable.

La atención excelente. Un personal atento y amable. Probamos unas setas de temporada que nos recomendó una de las empleadas y de las mejores setas que he probado nunca. El bacalao al pil pil bueno, sin ser espectacular. El chuletón buenísimo. Eso sí, te tienen que sacar rodando de ahí. El restaurante en sí mismo es muy bonito y acogedor.

Está situado en el monte Artxanda, junto a la salida del funicular. Es espectacular ya desde la entrada no sólo por el magnífico ambiente sino también por el personal que está a la altura. Tiene varios comedores, nosotros comimos en uno con un ventanal desde el que se veía Bilbao, sin palabras. La comida es tradicional, rica, rica y con fundamento. En resumen un "must know" donde puedes llevar al más exigente y quedar bien.

Comimos un menú de fin de semana bien bueno por solo 20 euros. Estuvimos en el piso de arriba, muy tranquilos y muy a gusto. A destacar la ensalada de bacalao, el arroz meloso y el brownie, pero en general todo muy bien. También nos gustó mucho la decoración del restaurante y la amabilidad del camarero. Volveremos