Sugarra

Un 10/10, pedimos el menú Sugarra y fue un acierto, todo estaba increíble, en especial la minihamburguesa de buey. Buena presentación de cada plato y servicio rápido, buen trato por parte de Iker y de Hodei, muy atentos. La tarta Guinness tiene un sabor fuerte, pero acompañada del queso es más suave y está de 10. Volveremos sin duda!:)

Restaurante local y super recomendable. En pleno barrio de Uribarri se encuentra este pequeño local con idea claras que ejecutan a la perfección. Me encanta que tengas que pedir a la hora de reservar, para así evitar que las sobras de comida sean excesivas, algo poco habitual hoy en día. Muy ricos todos los platos, siendo el txuleton el más destacable. Con ganas de repetir para probar el resto de la carta. Muy recomendable, zorionak.

Una locura, comida para 4: vermú preparado, tomate, pulpo, 2 kilos de chuleta de buey, tarta guiness y queso, también una botella de tinto y un ruso blanco por persona, todo cuidado al detalle, el tómate buenísimo, el pulpo increible y la chuleta espectacular, me sorprendió el vermú preparado estaba muy muy bueno, que para ser Bilbao y el nivel que hay ya es decir :) Salimos con una sonrisa, volveremos seguro.

! El auténtico! Auténtico, por el trato personal. Auténtico, por el producto de calidad. Auténtico, por un método de cocinado único en Bilbao. El esmero y el cuidado en todo lo que hace es la seña de identidad de Iker. Desde el marianito preparado con el que empezamos la comida, al tueste del café y los licores caseros de manzana y avellana. Una experiencia única de princio a fin. Repetiré.

El autentico SUGARRA, no se confunda y no acepte imitadores. Pequeño local escondido en una anodina calle, tras el cual te espera el paraiso en forma de espectaculares carnes seleccionadas que serán preparadas para tu festín por la Bestia Negra: El Horno japones de leña Kamado, en cuyo manejo son especialistas. En nuestro caso, comimos Pulpo de Costa da Morte con aceite de pimientos choriceros y de segundo Txuleton de vaca europea seleccionada, zona del lomo, como amablemente nos explicó el chef. Ambos dos platos, tras ser preparados en el Kamado, sabían realmente es-pec-ta-cu-lar. Quien diga lo contrario es que nació sin sentido del gusto. Para acompañar un vino crianza Ribera del Duero Protos y agua de Bilbao, la mejor agua jaja. De postre, una cuajada autentica a la brasa, deliciosa. El servicio muy rápido, amable y atento, subiendo y bajando las escaleras sin parar, todo unos atletas. Te explican con detalle las características de la comida que vas a ingerir. En resumen, MUY recomendado, vale cada céntimo. Repetiremos.

Estuvimos un viernes por la noche. Pedimos pulpo, langostino tigre Jumbo, steak tartar, wagyu A5 y el chuletón con los pimientos asados. Tengo que decir que es el mejor pulpo que nos hemos comido en nuestra vida 100% recomendado, el langostino tigre rico, el steak tartar muy sabroso y el chuletón con los pimientos impresionantes, los postres tampoco se quedaron atrás la tarta y la cuajada increíbles. La nota que tiene hace justicia a la calidad y al trato que nos dieron que fue de 10. Muchas gracias por esta experiencia al equipo de Sugarra.

Una experiencia genial. De primero pedimos el tomate al Kamado con gazpacho de lechuga súper bueno, con un toque ahumado distinto. Después pedimos el chuletón y estaba increíble, exquisito y venía acompañado de unas patatas fritas muy ricas también. De postre pedimos una cuajada con toque ahumado y miel muy buena. Sin duda un sitio en el que cuidan mucho la calidad del producto y el trato a los comensales. Tanto el chef como la camarera muy majos. Sitio imprescindible para ir si estáis en Bilbao. Eso sí, no confundir con uno que está en las calles del casco viejo, no tienen nada que ver.

Bonito restaurante que viendo la cantidad de chuletones que decoran sus neveras yo creo que esa es su especialidad. Personal muy amable. Sirven con mucha rapidez. Como ocurre en muchos locales, no llaman la atención a los clientes que se pasan la velada gritando o haciendo el ganso. Para prácticamente las 3 ensaladas que tomamos me pareció muy caro. Hubo un plato a mayores de carne.