Latitud Food & Drink

Vinimos recomendados y nos encantó. El servicio nos informó de todos los patos y de los productos de temporada. Pedimos ensalada de frutos secos, risoto de setas, tataki de atún, cordero y cochinillo. Todo de primera calidad y riquísimo, repitiria sin duda. Nos cambiaron los platos y sirvieron varias copas por vino. El cocinero salió en varias ocasiones a explicarnos los platos. Además, tuvieron el detalle de invitarnos un postre.

No es la primera vez que visito Latitud y siempre que lo hago voy convencida de que entro en un sitio distinto. Es como que mi paladar se predispone, se prepara, se muestra receptivo a una experiencia gourmet por encima de la media. Recuerdo un risotto que ni en Roma. Pero lo de anoche, fue épico. La XIII edición de Tapearte en Ciudad Real no me ha decepcionado, para muestra un fotón. Este falso canelón de pato, está relleno de misterio, elaboraciones propias de un laboratorio, originalidad, y buen hacer. Y está presentando, personalizadamente, por un Chef cercano, entregado, que humildemente deja su laboriosa entrega en los fogones para contarle al por menor a su cliente qué se llevará a la boca. Me dan ganas de pedirle que me narre algún tema de mi oposición porque me quedé embobada. Qué artista el tío. Y su fan me declaro de por vida tras la primera cucharada de esa base caldosa de su plato. Eso cura las anginas, la gripe y hasta la depresión. Qué sabor, qué delicia. Ni qué decir del resto de la receta... suave pero intensa, cálida, sabrosa, RICA. Crujiente de jamón, chip de yuca, queso... una mezcla que no deja indiferente, un proyecto de tapa que es arte. No lamí el plato porque una va de fina. Hasta ahora sólo los he visitado para tapear , pero si hay algo que celebrar pediré mesa allí. Porque si tienes que celebrar, que sea a lo grande. No sé si la comida es de esta latitud... para mí, es de otro planeta.

Buen sitio para comer en Ciudad Real, a destacar los huevos a baja temperatura, toda una sorpresa. En general todo muy bueno, cuidando los detalles. La camarera que nos atendió muy simpática, incluso te da las instrucciones que según el chef hay que tener en cuenta a la hora de comer los huevos a baja temperatura. La tarta de queso y el chocolate son 2 postres exquisitos también. Lugar sin duda para repetir. Salimos a unos 25 € /p .