Monje Taberna Espirituosa

Un restaurante con encanto que refleja bien el cuidado e interés por sus dueños en ofrecer un espacio distinto, con una decoracion equilibrada, zen y una experiencia gastronómica acorde. Desde el primer momento que entras tienes una sensacion de paz y tranquilidad con mesas iluminadas a media luz y plantas y objetos variopintos que le aportan una calidez de hogar a un sitio público de mucho trasiego de gente que aqui viene a degustar una carta exquisita y buenos postres. Imaginad qué podeis esperar de la cocina de un restaurante que cuando encendeis la luz del baño suenan pajaritos!. Pues eso... que debéis probar todo lo que ofrece este local. Tuve la suerte de conocer a los dueños en mi visita y por eso le enteré de que el postre de limón con merengue italiano lo hace el mismo dueño y en pequeñas cantidades, solo 9 vasitos de cada vez, asi que espero que puedas ser de los afortunados en probarlo!.

El lugar es maravilloso, en pleno centro de la ciudad, con un ambiente y vistas a la catedral insuperables añadiéndole una decoración cuidada al detalle, incluidos los baños. El trato por parte de los camareros fue genial, atentos a todas nuestras peticiones, rapidez y amabilidad en el servicio. Destacar la calidad de la paella, arroz en su punto y mucho sabor, el tartar increíble, croquetas y berenjenas todo genial y super rico. Nos pusieron una tapa de ensaladilla con la bebida que estaba muy buena, sin duda repetiríamos.

¡Me comí la mejor paella de mi vida! Hind y Jorge fueron muy amables y muy agradables. Excelente comida gracias a muy buenos cocineros 👍🏻 El ambiente "espirituosa" es precioso, un auténtico lugar español donde puedes comer y chuparte el bigote, mirando la catedral y el alegre ir y venir de los jóvenes.