La Tabernilla Del Darro

Un local situado a los pies de la Alhambra y al lado del río Darro. La terraza es preciosa y el ambiente muy bueno. No ibamos con reserva y no tuvimos que esperar mucho para encontrar mesa. El precio fue sorprendentemente barato (eramos dos personas y salimos a 13 euros por cabeza con bebida incluida). Quizás lo único malo es que las mesas de fuera son todas altas y para comer era algo incómodo.

De esos lugares que ves paseando por la zona, lees reseñas (pero piensas que es mejor tener tu propia experiencia), te animas a ir (eso sí, mejor con reserva)...y te encanta 😍 Un buen ambiente, con personal joven, simpático y muy eficiente. Cierto: muy recomendable el vermut casero. Y del resto que probamos...muy buena relación calidad/precio y delicioso. Y sí, echamos de menos el podernos tomar un café allí...pero bueno. Y que tendremos que volver...porque tanto ver recomendado el milhojas de mango y no pudimos probarlo al estar agotado...

Reseña en base a una visita para unas tapas. Inmejorable situación, un lugar muy pintoresco en medio del paseo de los tristes. En primavera cuando empieza el calorcito en la terraza se esta estupendo. Hemos probado unas tapas y en este caso nada del otro mundo en variedad, calidad, cantidad y precio. El hummus bastante conseguido. El servicio bastante rápido y con buen trato. Completaré la reserva cuando volvamos para probar menú y algunos platos más.

Es un pequeño local ubicado a las orillas del Darro y a los pies de la Alhambra, con vistas al paseo de los triste y al río. Establecido sobre un antiguo aljibe acondicionado que lo hace muy acogedor. Carta llena de gratas sorpresas como el tomate con ventresca, las tostas de carrillera y salmón con guacamole, milhojas de mango, el Vermut casero, etc... Buena relación calidad-precio por ubicación y el ambiente.

Sitio ideal para picar algo, con una amplia carta de vinos tanto de copeo o botella. Teníamos ganas de ir desde hace tiempo. Es recomendable reservar antes de ir, el lugar es pequeño y tiene poco aforo por lo que si vas sin reserva es posible que te quedes con las ganas. Sitio romántico para tomarte un vino con tu pareja, con ventanas de madera que dan al río. Muy muy agradable el ambiente y la atención por parte de los camareros excepcional. La comida muy buena, con amplia selección de tapas y tostas para todos los gustos y sabores. Recomendable si vas a Granada. Repetiremos seguro!