Txebiko

La comida excepcional. Los entrantes demasiado ajustados en cantidad, aunque la calidad ha sido muy buena. Íbamos con grandes expectativas sobre el vino de maceración carbónica, y el resultado ha sido diferente, pero aún así estaba rico. Sobre la atención, sólo reseñar que la camarera más jovencita ha sido un encanto y muy agradable. La camarera más mayor podría mejorar su empatía, porque aunque ha sido correcta nos ha parecido bastante seca.

Hay días especiales en la vida, celebraciones bonitas en familia, como en nuestro caso fue un bautizo 🍼, y que gracias a José Luis, a su infinita cordialidad, cercanía, simpatía, entrega, dedicación... ✨se convirtió en un día lleno de magia, un día para recordar✨. Celebrarlo en su restaurante fue un acierto, nos puso todo muy fácil, ayudó y gestionó con exquisito trato cada uno de los detalles que le pedimos... ¡Infinitas gracias!🙌 🍽️ La comida no defraudó a nadie, todo muy bueno, si hay algo que siempre recuerdan las personas son los sabores. El sentido del gusto es un gran amigo de los buenos recuerdos y en nuestro caso el equipo de Txebico consiguió despertarlo ese día y que lo guardásemos como un excelente recuerdo: el sabor de las tomatas 🍅 con ese aliño de helado estaba buenísimo, la textura y jugosidad de los huevos trufados 🍳, el jamón ibérico (ese sabor el paladar no lo olvida), la cremosidad de las carrilleras, el toque dulce de la torrija caramelizada... y el ¡Vino! 🍷 una excelente elección "Paco García". Y el menú de los más pequeños, muchos adultos lo querían ¡Jajaja! Suertudos los niños que pudieron degustar unas croquetas de chuletón de buey buenísimas, hamburguesa de black Angus, surtido de helados... José Luis gracias por todo, a veces la comida es mucha más rica y sienta mucho mejor si se acompaña de un trato cercano, afectivo y cariñoso como el que nos diste. Gracias. Agradecer también a Damaris y Pilar por su amabilidad, atención y buen hacer, entre todos sois un gran equipo. ¡Gracias por un día tan bonito!

Cenamos cuatro personas en este lugar, tomamos el menú degustación y cada uno de los platos degustados bastante bien, el ambiente te lleva a un época más señorial y afrancesada, algo distinto y vintage que a mi me agrada, cabe recalcar que lleva abierto más de cien años, el personal de servicio bastante majo, además que cuenta con productos de su propia marca y que se encuentran a la venta en el mismo lugar haciendo de esta experiencia una muy buena. Sin duda alguna para repetir y recomendar, ya que la relación calidad precio es acorde.