Deatún Ponzano

Fantástico como siempre. Los platos y el servicio espectaculares. Nos ha faltado algún plato de la carta anterior pero los nuevos son muy buenos. Repetimos y repetiremos!! A destacar la recomendación del Secreto de Atún a la plancha que todavía no habíamos comido en otras ocasiones y no se olvida fácilmente. La familia Rios de 10. Enhorabuena 👏

Un restaurante que no engaña. Una amplia carta con un único producto, el atun rojo salvaje, e infinitas elaboraciones. A mi me sorprendió el atun picante con patatas y huevos. Increible. Tambien recomiendo las supercrujientes tortillitas de camarones. En definitiva, servicio, comida y ambiente recomendable.

Me cuesta describir con palabras una de las mejores experiencias gastronómicas que he pasado. Damián, eres un artista, has conseguido que un carnívoro de libro se pase al atún, al mejor atún que he probado en mi vida, gracias por la experiencia, nos ha encantado, y volvemos con amigos y con nuestras niñas 😃.

Hemos vuelto y, aunque todo estaba rico, me ha sorprendido menos. Siguen manteniendo los fuera de carta y el trato es muy bueno, ya que explican los platos con todo detalle. Como es lógico, el tamaño de los platos se ha reducido, los precios han subido (nada que no pase en otros restaurantes). -Empezamos con el tomate aliñado, y para ser junio, el tomate no sabía a nada y la textura era bastante dura. El tarantelo muy rico. -Seguimos con la sinfonía de atún. Buena idea para probar varios aliños y cortes. Pero alguna salsa enmascaraba el sabor. -Taquitos de atún con huevo y salsa de setas. Este plato fue el que más me gustó. Fue poca cantidad, y salió a 27.50€. Lógicamente, entiendo la particularidad del producto y sus precios. ————————————————————- Año 2018 (5 Estrellas): Producto espectacular. La atención es muy buena. La carta es larga y además hay platos fuera de ella. Pedimos un trío de atún: viene sashimi, tataki y tartar con alga wakame, salsa rosa con kimuchi y mahonesa de wasabi. Merece la pena, aunque el precio es alto (30 euros). Se degusta el producto y las diferencias entre los distintos tratamientos. Además, pedimos media ración de pan bao: atún picante, huevo de codorniz y rúcula. Acompañado con salsa teriyaki. Vienen dos unidades. Fuera de carta había salmorejo con atún. Un platazo que contrasta sabores salados (del salmorejo) con dulces (la salsa de kabayaki, de anguila). En los platos usan sal negra. Los camareros conocen perfectamente el producto y las elaboraciones de los platos. Asesoran bien sobre el número de raciones qué pedir. Como detalle, ponen un aperitivo con las bebidas, en este caso unas patatas vinagreta, y un chupito al final de la comida. El precio es alto, de acuerdo a la calidad del producto principal. Con tres platos para tres personas: 26 euros. Imprescindible reservar. Hay dos zonas, mesas altas y un comedor al fondo. La decoración es informal. Me resulto curioso que todos los platos están “rotos”, supongo que tendrá algún significado o razón.