Shanghai Station Arturo Soria

Nada más sentarte te sirven dumpling’s de verdura, un poco frías, pero estaban ricos. La atención excelente, atentos y simpáticos. Recomiendo los Xiaolongbao de carne y los de ternera, están muy bien hechos y deliciosos. Si os gusta la trufa, el arroz frito especial Shanghai Station está muy bueno. La ternera en salsa de ostras súper tierna y sabrosa, 100% recomendado también.

Realmente me ha sorprendido.Restaurante asiatico, diferente Comida de calidad, platos bien cocinados, buena.presentacion, cantidad suficiente,riquisimos todos sus platos, arroz, berenjena, costillas, tallarines, rollitos, langostinos, pan chino, las salsas,banofle, coulant... Un sobresaliente. Personal atento y amable. Bonita decoración, mejor por la noche , ya que iluminado es mas bonito en la terraza acristalada , a mediodía hemos pasado un poco de calor. Admiten perro en la terraza Precio un poco caro pero merece la pena. Personal muy agradable y atento. Añado que otro día fui a comer de menú, y tengo que decir que la comida fue de peor calidad, arroz seco y postre escaso,; Aún así, volveré

Nos ha encantado el sitio. Hemos comido de menú y todo estaba riquísimo. Volveré sin duda. Hemos pedido la sopa que estaba un poco picante y buenísima. Las gyozas que estaban bien calentitas y berenjenas rellenas de carne con una salsa de miel y mostaza. De segundo pato a la naranja y pollo al curry con acompañamiento de arroz frito con pollo y verduritas. Estaba excelente también. Los postres eran raciones muy pequeñitas que no estaban mal. Servicio de 10

Hoy por primera vez hemos estado en este restaurante de cocina china en plena calle de Arturo Soria. En cuanto a los platos que hemos elegido podemos destacar su preparación y sabor. Hemos comido de entrantes berenjenas crujientes, y brocheta de gambas, después arroz frito con verduras y salsa de soja y pato laqueado. Todo exquisito. El trato por parte de los camareros, eficiente y agradable, al final nos han invitado a un chupito. Del ambiente del local podemos decir que es elegante y dispone en su interior de dos salones. En la parte externa hay una terraza que bordea el restaurante y resulta acogedora, nos han dicho que por la noche encienden las luces lo que le da imaginamos un encanto para las cenas calurosas del verano. Sin duda un sitio en Madrid que no debemos dejar de visitar.

Nos encantó. Tanto el local (nosotros estuvimos en el interior pero la terraza tiene una pinta espectacular que probaremos con mejor temperatura) como la comida. La carta extensa, la presentación de los platos preciosa y los camareros muy atentos. Nos quedamos con ganas de probar muchos platos. Altamente recomendables los dumpling y el pato crujiente con almendras. Repetiremos seguro.