Pez Fuego

Buen restaurante de pescado y carne a la brasa, la atención muy buena. La pena que la mesa que me dieron, aún estando el restaurante vacío, fue malísima. Estaba justo pegada donde los camareros tienen todos los platos, cubiertos, y había mucho ruido. Pedí una lubina que estaba buena, y unas alcachofas que no las sirvieron porque se les acabaron.

Excelente! Pedimos unos entrantes, a cada cual mejor, aunque destacaron el jamón ibérico (cómo no), pero especialmente el pulpo a la brasa. El rodaballo fue insuperable, el mejor que he probado, seguido muy de cerca por la lubina que también estaba espectacular. El Pez Fuego se hace merecedor del mejor sello de calidad. El personal es muy amable y profesional. Nos fuimos totalmente satisfechos.

He probado este restaurante en una cena y el resultado fue mu satisfactorio. La atención fue excelente, nos recomendaron un besugo, fuera de carta, que estaba estupendo y el precio no desorbitado, casi igual que el rodaballo. Buena carta de vinos. El tartar de atún rojo muy rico. Muy buen detalle al tomar el whisky final con el vaso del chupito metido en otro más grande lleno de hielo picado.

Fui a un evento donde compartimos mesa 20 personas, con un menú cerrado. Todos los entrantes: el jamón tanto el paté, de gran calidad. El principal espectacular, dos chuletones, uno de 1200gr y otro de 800 gr para 5 personas. El ambiente y el trato excepcionales, aunque al ser una invitación desconozco el precio.

Sitio muy bien decorado, con mucho gusto. El personal muy atento y amable, a destacar César y Némesis. El Tartar de atún estaba espectacular, al igual que el pulpo que tenía una cocción perfecta y el rape de tripa negra muy muy sabroso. Pedimos además acompañamiento de verduras de temporada a la brasa y tanto de sabor como de textura y punto, genial. El hojaldre de manzana muy bueno, el único pero es que el chocolate de base le robaba sabor y protagonismo al postre. La carta de vinos muy amplia y variada. El único pero que empaña la buena imagen, son los precios de las cervezas, ya que todos sabemos los precios y una copa de cerveza Mahou, 5,75€ es una exageración y más con el resto de precios que tienen.

Comida espectacular y productos muy ricos. El servicio también fue impecable. El local es muy bonito, con mostradores de los productos. Lo único negativo es que llegamos pronto y quisimos tomar algo en la terraza de la entrada, que estaba prácticamente vacía, y después de avisarles estuvimos más de media hora sin que saliese nadie a tomarnos la comanda. Por lo demás, el servicio de comida increíble.