El Palentino

Este local se lleva una valoración de cinco estrellas por su historia y por lo que significa en el barrio de Malasaña. Actualmente reformado y actualizado, mantiene de su antecesor las míticas lámparas y un cuadro de su fundador utilizando su famosa plancha. Actualizado lo lo que es el barrio ahora, es un lugar moderno y de diseño, donde los precios ya no son lo que eran pero sin perder del todo la esencia.

Es la primera vez que he ido y me gustó. El ambiente es estupendo y muy bonito. La comida está muy buena aunque es verdad q no hay mucha variedad: Burrada con tomate: muy buena cantidad de burrata y bien aliada (recomendable) Chipirones encebollados con guarnición(estaban buenos pero diría q era lo más flojo) Ravioles (estaban espectaculares, pensaba q la ración era escasa pero llena mucho) Hamburguesa (carne de calidad y muy contundente) De bebida agua, todo 50€. Quizas lo que menos me gustó fue el trato que no fue desagradable pero tampoco muy amable.

Sitio renovado, carta un pelín corta pero bien escogida. La chica encargada fenomenal y muy muy atenta, cómo el resto del personal, no nos faltó de nada. Relación calidad precio, excelente. La burrata riquisima, aunque quitaría las fresas por otra cosa, las alcachofas que nos ofrecieron cómo sugerencia lo mejor y las carrilleras exquisitas. Los postres, la torrija impresionante y el brownie, muy rico con el helado, pero muy seco. Carta extensa de vermouth y vinos bien escogidos. Volveré sin duda.

Aunque la ubicación y el ambiente que han creado en el nuevo palentino es inmejorable, la comida hace que sea un sitio al que no volver. Los platos, que son tapas, tienen un precio bastante elevado para lo que ofrecen. La comida está buena, pero no cumple con las expectativas. Además, tuvimos la mala suerte de que en dos de los platos de carne deshuesada que pedimos (alitas y rabo de toro) encontramos huesos.

El trato de la camarera muy educado y nada reprochable. El tiempo para que te hagan caso cualquier momento eterno. Las presentaciones muy logradas y trabajadas, lástima que la calidad no vaya con el precio. La lasaña de rabo de toro no tenía casi un trozo, era más bien de queso, no estaba mala pero si es de rabo de toro espero encontrar rabo de toro como ingrediente principal. El pulpo estaba bastante bueno, algo caro pero bueno. La entraña bastante seca, te preguntan si quieres acompañarla y luego te lo cobran, 3'90 por unas patatas gajo... A 18€ la entraña... Las cervezas, la que es algo más que una doble 5€. Si no fuera por los precios le daría 2 estrellas, pero para ese precio espero calidad y atención. Mi objetivo es que cambiéis estas cosas, ya que el local ha quedado muy bonito y se está bien.