Sumosan

Sitio pequeñito, limpio, agradable, y con buena atención. La carta para el menú (que varía dependiendo de lo que pidas) es bastante extensa. La comida sale rápido siendo las raciones bastante generosas. Le pongo 4 estrellas porque no es el sitio con más variedad de carta que he visto a comparación a otros en los que he estado por un precio similar. Aún así es de los mejores que he probado. He de decir que uno de los dos camareros que estaban no era muy agradable. Es mi tercera vez y volveré mientras siga en Madrid.

Sin duda el mejor buffet libre de Madrid. El restaurante es pequeño pero acogedor (se recomienda reservar), tienen platos a la carta o buffet libre con un precio asequible: 12,50€ para comer o 15,50€ para cenar de lunes a jueves, 17,50 el fin de semana. El buffet es a la carta, puedes pedir todo lo que quieras y te lo traen, lo que garantiza que los platos estén siempre calientes y recién hechos. El sushi es muy sabroso y de buena calidad, yakitoris de sepia y de pollo, algas Wakame, tenpura, empanadillas y rollitos están deliciosos y los arroces y tallarines muy ricos. La presentación de los platos es correcta. Sin embargo hay unas pegas: cierran muy pronto por la noche (la cocina cierra a las 11, demasiado pronto para ser Madrid) y han introducido una limitación a 5 platos cadauno por ronda, lo que te deja poco tiempo para cenar si llegas un poco tarde. Además los camareros son demasiado serios, parecen desganados y a menudo lentos en servirte.

Buena comida y bastante variedad. El menú del día cuesta 11,5 euros e incluye tres platos a elegir cualquiera de la carta, además de la bebida y el postre. Por un euro más puedes pedir 9 platos (sí, no es una errata: ¡nueve!) También hay buffet libre por un poco más (creo que eran 14 €, y aquí sí que no hay límite :-) aunque parece que cobran 1 euro más por cada plato que no consumas). Sin embargo, ya no se puede pedir medio menú como hasta hace poco (para los que no comemos mucho venía muy bien). Lo peor es la carta de postres porque solo tienen flan (hecho con té verde) y bolas de helado de diferentes sabores. La última vez que fui nos sentaron cerca de la barra y de la cocina, y salimos oliendo un poco a fritanga. Parece que la ventilación no les funcionaba bien.

Me encantó!! Fuimos por recomendación de una amiga y sin duda volveremos. El precio está bien (es más caro que barato pero merece cada centavo). Es como un buffet, tú pides lo que quieres de la carta y el camarero te lo traen. OJO! penalizan por no comerte todo lo que pides (lo cual está muy bien para no tirar comida). 100% Recomendable :)