Café Barbieri

Maravilloso café de 1902. Un clásico especialmente conservado, con un buen ambiente. La comida italiana, muy buena calidad-precio. La pasta en su punto y con mucho sabor en la salsa. Me dejé aconsejar en el vino… y no fue un acierto, el camarero no tenía mucha idea. Buen trato en general y recomendable

Excelente comida en un lugar encantador y un buen ambiente. El provolone espectacular, cremoso y con una salsa de tomate de lo mejor que he probado; la pasta amatriciana rica, con la salsa de tomate del provolone y la pizza de jamón y trufa, rica, quizá mucha trufa que enmascara el resto de sabores. Terminamos con un daiquiri, aunque es dificil elegir entre toda la oferta que tienen. Sitio para ir periódicamente, siempre sorprende.

Café inaugurado en 1902 muy cerca de la plaza de Lavapiés, lo maravilloso de este café y restaurante es que se conserva casi intacto desde su creación: las viejas mesas con el mármol roído por el paso de los años, los viejos espejos carcomidos y que le dan un aspecto auténtico, los apliques de lu,.en forma de abanicos o de conchas, las columnas, las molduras, la barra y la musa Erato presidiendo el salón, UNA MARAVILLA! El ambiente es maravilloso con su relajada música sonando bajito, el murmullo de la gente, que al ser espacioso no se entiende. El café Barbieri debe su nombre al antiguo teatro Barbieri que fue pasto de las llamas. Este lugar ha sido lugar de encuentro de cinéfilos, músicos, etc ... Para colmo el pincho de tortilla muy bueno (8/10), un sitio mágico!