Restaurante Libardo

De 10, excelente. Una suerte y un placer encontrar el sitio y que me permitieran una mesa para mi solo. Comida tradicional, bien hecha, de calidad y para llorar de lo buena que és. Texturas, cocciones y sabores exactamente como deben ser y además emocionan. El servicio amable, clasicamente excelente y acogedor. Ambiente de categoría, la iluminacion, la música y el tipo de cliente es perfecto. Simplemente, gracias.

Un lugar de referencia sin lugar a dudas. Un clásico entre los clásicos. Producto y servicio. Comida de calidad donde hay que probar si o sí los huevos estrellados, el tomate, los espárragos, y cualquier carne o pescado. Sin duda una referencia de la gastronomía de Madrid. Trato muy amable. Muy recomendable IG @myfavouritesrestaurants

Restaurante para repetir. Desde que te atiende Moisés, hijo de Ángel que es cuñado de Lucio, con una delicadeza extrema a Alberto en la mesa la atención es insuperable. Y de la comida para que hablar. Empezamos con unas almejas buenísimas, seguimos con los huevos rotos, los de la casa, como siempre, aquí nos pusieron una bandeja de tomates muy finamente cortados que eran para enloquecer por el sabor y seguimos con un solomillo en el punto pedido y riquísimo. Los postres igual. La tarta de queso, de las mejores que he comido (en la foto solo se ven los arándanos que la acomoñaban, lo siento) y por último el café exquisito. No se que marca será pero estaba buenísimo. Para terminar, agradecer a todo el mundo su atención y decirles que sigan así, como siempre. El precio, a tenor de la calidad de los productos. Unos 50-60€ por persona

El Landó es el hermano menos conocido de Casa Lucio (restaurante bastante famoso cuando hablamos de comida española). Con exactamente el mismo menú, El Landó ofrece una experiencia de categoría con comida espectacular y un servicio que te hace sentir como en casa. Tienes que pedir: las croquetas y los huevos rotos

Restaurante de 10. Comida, trato y servicio espectaculares. Es uno de los restaurantes más antiguos de madrid a los que si tienes la posibilidad de ir, y visitar hazlo. Está por la zona del palacio real,situado en uno de los rincones del centro de Madrid. Destacar el solomillo, el tomate en rodajas y el tiramisu Recomiendo ir.

Un sitio con una atención exquisita, y muy profesional y la comida para "irse al cielo". Pedimos unos torreznos que estaban ricos y muy bien presentados. Las alcachofas que fue lo siguiente, estaban muy tiernas y hechas en su justo punto. Nos recomendaron los Boletus, y no pudieron estar más acertados, pues estaban deliciosos y para finalizar queríamos pescado, e igualmente nos recomendaron dorada salvaje, y he de decir que es la mejor que he comido en mi vida... espectacular. El dueño le pedimos asesoramiento del vino, y no pudo estar más acertados, pues nos recomendó un vino de Madrid que estaban espectacular ya que no nos apetecía el de la casa, que por cierto es muy buen vino, pero ya lo conocíamos y nos gusta descubrir nuevos vinos.

Muy bueno, pero con algunas pegas... Camareros Españoles, con muchos años de experiencia a sus espaldas. Profesionales y con ganas de agradar. Aperitivos muy escasos (un vasito de salmorejo) Gambas al ajillo muy buenas, aunque no son las mejores que he podido comer. Escasas. 12 gambas exactamente, por 20 Euros. Ya podían haber puesto algunas más. Bandeja de tomate, sencillamente espectacular. Lenguado muy bueno, aunque algo caro (33 Euros). A petición nuestra, tuvieron la amabilidad de limpiarlo, con eficacia y profesionalidad. Merluza de pincho (28 Euros), que no se corresponde con la calidad que se espera de un restaurante como éste. Helado bueno. Café buenísimo. Sin embargo, si una invitación a un chupito o un postre de la casa. y eso que fueron 60 Euros por persona. Recomendable, pero con algunos peros....

El Restaurante esta bien en general y es muy agradable pero el espacio es muy ajustado Los camareros que nos atendieron muy profesionales y simpáticos Los callos no están mal, pero los he comido mejores. La carne nos la sirvieron fría pero se pudo solucionar con un plato refractario, aunque tardaron un poco en traerlo, las gambas y las ostras con un precio excesivo según mercado. Resumen, esta bien por conocer pero no creo que volvamos a repetir