Madame Butterfly

Carta muy variada para todos los gustos. Pedimos consejo a la camarera y nos recomendó y ayudo en todo momento. El sushi de salmon estaba muy rico, pero destaco la recomendación del chef, el bao, sabor alucinante, tenia un pequeño toque picante, pero era agradable. Ha sido mi primera vez cenando alli, pero no la última

Digno de visitar. Una atención exquisita por parte de todos los camareros. No les falta detalle, te ponen un aperitivo delicioso y llevan buen ritmo para ir sacando la comida. De lo mejor el bao y los tallarines. Permiten la entrada a perretes😍. La decoración un puntazo incluido el baño. Mejor reservar pues suele estar concurrido. Por poner un pero, decir que algunas mesas están muy próximas. Tienen terraza. Repetiremos

El sitio está muy bien, decorado y con una música y ambiente muy guay. La atención fue en todo momento muy buena. Nos aconsejaron sobre la cantidad de los platos que íbamos a pedir y menos mal que le hicimos caso! Lo primero que te ofrecen es un aperitivo que no te cobran y está muy rico. La comida está muy buena, mención especial a la tortilla de patatas que está de muerte… no podéis iros sin probarla. Además de eso pedimos las gyozas vegetales, el bao shell crab y el uramaki de salmón braseado. Todo muy bueno, el uramaki de salmón es uno de los mejores sushis que hemos probado. De postre nos dejamos aconsejar por las reseñas de Google y pedimos la torrija, que, está buena pero tampoco es para tanto… si fuéramos otra vez nos pediríamos otra cosa. En general muy bien, buen servicio, buena comida y precio “razonable” para la calidad que ofrecen.

Sitio espectacular, tanto por lo cuidado de la decoración del sitio, los detalles de cada rincón del restaurante (mención aparte el aseo). Los camareros muy amables y la comida exquisita. Pedimos noodles, gyozas y la tortilla de patata en tempura. Todo delicioso. Y la tarta de queso con helado de violeta también deliciosa. Muy recomendable y precio acorde a la calidad de la comida sin ser caro.

Hemos estado este mediodía y la experiencia ha sido inmejorable, tanto por la comida que estaba deliciosa como por el servicio. En todo momento pendientes de mis intolerancias aunque la carta de alérgenos estaba actualizada. Como las tartas del día no vienen en carta el encargado tuvo el detalle de llamar al repostero para consultar si podía ofrecerme una tarta, sin que yo se lo pidiese, sólo con ese detalle ya hubiésemos salido encantados, pero es que la tarta en cuestión estaba exquisita. Así que nuestra experiencia ha sido fantástica, repetiremos seguro.

Nos gustó bastante el sitio. Muy respetuosos con las distancias entre mesas y el servicio muy atento, aunque un poco lento en ocasiones. La comida está muy rica, y a buenos precios, en general todo nos gustó. De postre pedimos la torrija, que estaba correcta, aunque un poquitín seca. Muy buen ambiente, muy agradable.