El Mono Charlie

El Mono Charlie es un buen sitio para comer o tomar algo a modo informal. Dispone de una terraza amplia en una plaza sin peligro para los peques y cubierta para los días de lluvia o sol. La carta es algo "escasa" pero si coincide con tus gustos puedes comer sin problemas. Las pizzas (en lo que más destaca) se salen de las habituales y ofrecen sabores nuevos que en otros sitios no encontrarías. A mejorar: - Las pizzas son algo irregulares. Siempre son comibles y están muy ricas, pero en alguna ocasión la masa está algo quemada por debajo, otras veces algo salada... Pero en general muy bien. - El equipo de camareros cambia a menudo y si bien siempre son muy agradables, se percibe cierta desorganización... Por lo demás, les deseo mucha suerte y que trabajen bien muchos años. Volveremos pronto.

Servicio muy atento, pendiente y que te aconseja. Una carta no muy larga lo que asegura calidad y dedicación en la preparación. Para dos tomamos dos puntos de ceviche de salmón (¡lo mejor!), una provoletta al horno acompañado de "colines" de masa de pizza muy ricos y una pizza mitad y mitad, que es algo que cabe resaltar el poder mezclar. Acabamos bastante llenas, igual la provoletta nos hubiera sobrado, pero estaba todo muy bueno y las pizzas son desde luego, especiales. Por sacar un pero, igual le faltaba picante a la salsa picante, pero eso ya se sabe que va a gustos. Para repetir sin duda.

Hemos estado tomando el vermú. Tienen el vermú Bandarra, muy rico, ligeramente seco. Para picoteo no tienen muchas cosas, pero hemos tomado "cocroquetas", la pasta de unas cifras de jamón en la mitad de un coco. Muy ricas, pero un poquito fritas, supongo que porque hemos aterrizado a la vez un montón de clientes.