Noname

Dimos con este lugar de manera fortuita y casual, y menuda nuestra suerte. Yo soy vegana además de no comer gluten y las opciones fueron maravillosas y sabrosísimas. El ambiente de película, servicio super profesional y rápido (sin ser estresantes), la carta justa en precio y tamaño de raciones. En fin, que da para repetir mil veces y que se nota que hay mucho amor y mimo en cada cosa.

Fuimos de excursión en uno de los barcos y al bajar es uno de los primeros sitios que encuentras. La localización es en pleno puerto con buenas vistas. El servicio correcto, los platos no tardaban mucho en llegar (estuvimos a la hora de comer, creo que por las noches hay más gente). La comida buena, una presentación normalita y las cantidades generosas. Pedimos boniatos ( súper blanditos y dulces, con una salsa de hierbabuena y alioli), pan, una hamburguesa, un wok de pollo, 2 cafés, una caña y un agua grande todo por 56 euros. La carne de la hamburguesa demasiada especiada para mi gusto por el contrario el pan me encantó. Las verduras del wok en su punto, ligeramente crujientes y su salsa muy sabrosa.