Kimo

Apenas unos meses funcionando en el corazón de Sant Cugat, tras una reforma espectacular de una antigua carpintería. Local de buen diseño y bien iluminado. Acogedor. Tiene éxito y en general es mejor ir con reserva. Bien la cocina: los platos que nosotros hemos pedido eran bastante interesantes y bien cocinados y presentados. Raciones justas y precio razonable, pero tampoco se podría decir que barato. Servicio impecable y muy amable. Se puede comer y beber también en una barra amplia y agradable. Fallan los postres: raciones exiguas, caros y no muy originales. Amplia carta de vinos: desde precios decentes a unos 13€ por botella hasta por encima de 100€.

Correcte atencio Carta poc variada La otra tarde entré a tomar una caña en la barra y era el momento en que llegaban los camareros del turno de noche,en su mayoría jóvenes o muy jóvenes con su camisa marron Mahou...empezaron a hablar entre ellos detrás de la barra en tono elevado,tomando cafés para sus resacas pero lo que es peor ....el OLOR A SUDOR era insoportable en la barra,los jóvenes tienen acné y las hormonas revolucionadas pero no sirve de nada un restaurante elegante&postureo cuando sus camareros apestan muy fuerte.El jefe de sala debería supervisar éste tema.... Se me pasaron las ganas de pedir un pica pica en la barra.

Excelente relación precio calidad. Buena carta de vino y precios muy correctos. La carta atiende a todos los paladares y para un picoteo variado está genial. Los quesos están ricos, las raciones adecuadas y me sorprendió positivamente el falso risoto. Son muy amables. El tiempo de servicio en las horas puntas puede alargarse un poquitín. Pero, en general, lo repetiré.