Vulcano Restaurant

Hemos ido mucho y siempre nos encanta. El personal es encantador y la comida está a muy buena (recomiendo especialmente sus croquetas de pato Pekín y su arroz de magret de pato y foie). Además tienen tres reservado, celebramos allí el bautizo de mi hijo y todo el mundo termino encantado. La comida buenísima, como siempre, el ambiente muy íntimo y la atención sensacional.Por mi experiencia, lo recomiendo.

Decoración agradable, tanto interior como exterior. Hay buena sonoridad dentro, a pesar de haber bastantes mesas, se podía hablar tranquilamente. Servicio rápido y amable. Recomiendo la espalda de cordero, el arroz seco de sepia y alcachofas con almejas, y de postre, la manzana asada con láminas de almendra y helado de yogurt y el helado de violetas del Vulcano.

El trato por parte de los camareros fue muy simpático y eficiente. Comida magnífica: de los entrantes al postre, todo estaba delicioso. Hemos probado: - croquetas de pato; - tataki de atún; - arroz seco con pato; - vulcán de chocolate con helado de violeta. Todas son opciones recomendables y no hay nada negativo a apuntar! Buena ambientación musical, suave y sin interferir o molestar el acto culinario en si. El espacio es limpio y diáfano, empero, a nivel arquitectónico (y pensando en aquell@s que valoran este aspecto), el edificio tiene algunos problemas estructurales, como columnas que obstruyen el paso y algunos escalones imprácticos. Pero bueno, eso no tiene porque afectar la experiencia a nivel gastronómico. Sí que me gustaría comentar que he encontrado excesivo el precio de ciertos productos de acompañamiento, como el pan y el café, o incluso, pero en menor medida, las bebidas. En cambio, los precios de los platos son correctos, nada a apuntar.