Pizzeria Lago Di Garda

El trato es de 10,hoy en dia cuesta muchísimo encontrar gente con tantas ganas y que te sirven con una sonrisa.La pasta,no sé qué pasta utilizarán pero no me ha parecido una pasta de calidad y para mí parecer la cocción estaba pasada.La caprese,mozzarela si pero no de búfala,no sé lo que indica en la carta pero para mí es esencial y por el precio es lo que esperaba. El agua,la traen abierta,no creo que sea algo que se deba hacer, porqué da la sensación que es rellenada. La focaccia...se puede mejorar. La pizza muy bien. Para el café creo que es más acertado y correcto sacarina y azúcar individual. Todo y eso,creo que con el trato que dan suman mucho más que restar y es un sitio que repetiría,hemos estado muy a gusto y el entorno es muy agradable. Gracias

Yo y mi familia somos clientes habituales. Nos gusta mucho el sitio, muy amplio, muy agradable. Pero quisiéramos dar las gracias al personal de la pizzeria. Fabián y Silvia siempre nos atienden con mucho cariño, amabilidad y con la sonrisa siempre puesta. Trabajan mucho, y el cansancio a veces pasa factura, pero todos ahí tratan de hacer lo mejor que pueden, sacando siempre las fuerzas también cuando no las tienen. La pizza nos gusta mucho! Y si hay algo que se ha hecho bajo del nivel habitual, por ejemplo si salió una pizza un poco más quemada que lo normal, sin problemas atienden tus deseos. El helado que tienen ahí no se encuentra por ningún otro lado, está fantástico! En fin, gracias chicos por todo lo que hacéis y cómo lo haceis! Nosotros venimos y seguiremos viniendo no solo por la comida, si no principalmente por vuestro cariño, porque nos hacéis sentir estar en casa, en nuestra Italia, cuando venimos ahí. Grazie!

Me encantan las pastas, pero sobretodo las pizzas de este lugar, tanto el interior como la terraza se respira un ambiente tranquilo, realmente el trato en especial a las pizzas se nota en cada bocado, no es barato pero tampoco caro, y merece mucho la pena ir, lugar donde es fácil aparcar con el coche!

Fuimos a cenar un grupo de amigos. Tanto la pasta como las pizzas muy ricas echas con horno de leña.. Un lugar con encanto en un sitio tranquilo . Buen servicio y atentos . El dueño muy amable te atiende con sus xocolates caseros muy sabrosos echos por el mismo segun explica. Lo unico que la puerta de la calle estubo abierta para pasar los camareros de una sala a otra y tuvimos un poco de frio. Recomendable sin duda.