La Jolla By 1906

Pedimos raciones de carrillera, pulpo y tortilla y muy ricas, de buen precio. De postre hay arroz con leche, coulanr de chocolate, huecos de donut, helado moscatel y bocadillo de nocilla. También hay tostas y bocadillos. Servicio rápido y amable. Buena ubicación, difícil aparcamiento porque está en el centro de Sevilla.

Un muy recomendable descubrimiento entre amigos, estuvimos el sabado 27 de abril por la noche. Hablamos de un tapeo de producto, dónde se aprecia calidad y exquisitez sin sucumbir a la, a veces, tirana y monótona fritura que excede en otros lugares. Imprescindible su atún, en mojama, escabeche o al Pedro Ximénez, una auténtica delicia; el codillo en su jugo, pura mantequilla al paladar, no habitual en cartas sevillanas; las tostas son contundentes y sabrosas, con sabores intensos; chacinas suculentas y variedad de quesos sublimes, ideales para maridar con los excedentes vinos disponibles. La carta incluye una serie de guisos y platos de tradición, necesarios para complementar la vanguardia. Y destacar su genial selección de cervezas. El ambiente, urbano y moderno pero con matices costumbristas, es muy agradable. Y, por supuesto, destacar un servicio ágil repleto de simpatia y amabilidad que incitan, sin duda, a un posterior regreso. Lo dicho, un lugar a recomendar, gracias a todo el equipo.

Muy recomendable. Uno de esos descubrimientos que se hacen de vez en cuando. Un codillo extraordinario, unos muy buenos entremeses (queso, chorizo, carne mechada y salchichón) y un salmorejo a la altura. La joya del local (sin desmerecer al cocinero): Israel. Atento, rápido, trabajador y muy, muy, divertido. Visita obligada cuando vuelva por Sevilla.

Un lugar acogedor, tranquilo y en pleno corazón de Sevilla. Trato muy agradable y cercano. Variedad de tapas y raciones. Rapidez sirviendo. El codillo y el montadito de pringá exquisitos. Ambiente acogedor y con un buen hilo musical que incita a la calma mientras comes y conversas con los amigos o familiares. El aseo muy limpio.

Estuvimos cenando el otro día, pedimos "la tosta especial la jolla" estaba espectacular, al igual que los mejillones o el parmigiano entre otras cosas. El servicio recibido por los camareros fue muy agradable y atento y nos encontramos con un ambiente muy acogedor y tranquilo. ¡No dudaremos en volver!