Bicho Malo

Sitio genial para hacer un alto y comer por el barrio de Triana. En nuestro caso comimos en la terraza, la parte de dentro es pequeña, 2-3 mesas. Los camareros muy simpáticos. A destacar sobre todo el pan Bao, estaba riquísimo. Y el canelón relleno de cola de toro. También estaba bueno los chocos fritos y el bacalao con la salsa. También tienen una terraza en la parte superior del edificio que tiene buenas vistas para hacer un par de fotos.

Pequeña tapería en Triana, al lado del Museo de la Cerámica, con una atractiva propuesta gastronómica y un servicio fantástico. Fuimos un domingo sin reserva, pero tras esperar unos minutos (eran las 15h) nos dieron mesa. Bicho Malo ya llama la atención desde fuera, como se puede ver en la foto. Las recetas van desde lo tradicional (patatas bravas, carrillada, croquetas...) hasta lo moderno y atrevido, como el salmón con tallarines de espinacas. Los postres también están deliciosos. Raciones adecuadas al precio y emplatado que invita al postureo. ¡Seguro que repito en otra ocasión!

Gran decepción nos llevamos al visitar este restaurante para comer. Estaba aparentemente lleno de reservas y nos condicionaron la comida a las 13,30 y podiamos estar hasta las 15,00. Cumplimos con nuestro horario y aún asi costó casi media hora podernos sentar. A pesar de haber llegado los primeros al comedor, comenzamos muy bien con los primeros platos pero a la hora de los segundos solo llego uno de los dos solicitados y cuando llegó, estaba frío. A partir de este momento, empezaron a llegar clientes y fuimos abandonados en nuestro rincon sin ofrecernos los postres. Solicitamos un poleo menta y un cortado y poleo menta no habia yel cortado se olvidó en la cafetera quedandose frío teniendo que pedirlo nuevamente para al final volverlo a recibir frio. Antes de marchar, expliqué todo esto al camarero que me habia atendido y les indiqué que la próxima vez que volviésemos a Sevilla, volveriamos a visitarlos para comprobar si el servicio estaba coordinado y organizado para que situaciones como estas no volviesen a pasar. De momento solo 3 estrellas por la labor del cociero qe es el unico que se salva de la debacle pues los platos estaban bien cocinados y presentados. Pedimos, croquetas de cola de toro guisado, potentes. Ensaladilla de la casa, suave y cremosa. Hamburguesa especial de buey con foie, al punto y jugosa. Parrillada de verduras, sin termina de hacer y huevos rotos con gambones al,ajillo y manzanilla de Sanlucar, que llegaron fríos.