Taperia Gaston

Domingo de marzo. Mis compadres y yo decidimos echar el domingo por triana, buscando la pureza sevillana en los rincone. Buscando el sol decidimos sentarnos en Bar Gastón. Parece ser que el destino nos quiso traer a este sitio. Su poquito de arroz (con hígado, un poco asqueroso ese toque), su friturita de pescao y su flamenquín que a pesar de no ser cordobés, estaba bueno pero no espectacular. Finiquitamos la jornada con una cheesecake de escándalo y un 3x2 en copaso, que después de una pandemia sienta bastante bien que quiere te diga.

Después de muchos años he vuelto a este establecimiento y sólo puedo indicar datos positivos. Pedimos flamenquin trianero y arroz negro, ambos espectaculares y abundantes para ser media ración. Volveremos para probar las lagrimitas, provolone con pollo y el tartar de atún. La media ración de lagrimitas que vimos en la mesa de al lado era súper abundante y llamativa, caerá la próxima vez...

Me encanta este bar, se come genial, además este lugar tiene carta para todos los gustos, la comida está riquísima. Voy muy a menudo, vivo al lado y de hecho ya conozco al dueño, que es muy simpático con todos los clientes. Recuerdo que hace poco fui con unas amigas, una de ellas ovolactovegetariana, y no sabía si iba a encontrar algo en la carta que pudiera comer, y quedó encantada, además el trato con el servicio y el dueño es inmejorable, en todo momento están pendientes de ti y te saben aconsejar o hacer un plato a tu gusto.