Restaurante Alma De Temple

Hacía tiempo que quería ir al restaurante para disfrutar del fantástico entorno, presidido por la muralla árabe del siglo XII, y no me defraudó. Tomamos el menú semanal del día y un excelente vino de variedad Merseguera. El personal solícito y encantador, con especial mención del director del restaurante y sumiller Pascual. Un restaurante totalmente recomendable.

No conocíamos este encantador restaurante. Ubicado en los bajos del hotel Caro, de puede acceder desde la calle o desde el propio hotel. Una decoración en madera hierro y cemento que enaltece los propios materiales. Ya desde que entras en el recinto el ambiente te absorbe. Luces tenues y muy agradables, luz exterior proveniente de la piscina superior, muy agradable. Las antiguas murallas que se encuentran en el lugar, muy bien respetadas y resaltadas. Las mesas suficientemente amplias y separadas, cosa que se agradece. Tienen una buena carta y un bodega mas que decente. Ofrecen un menu por 25 euros a mediodía, muy bueno, más que suficiente. Que cambian muy a menudo. El servicio muy correcto y agradable. Un sitio para recomendar sin ambages.

El local está en un sitio precioso, porque lo recorre la muralla árabe del siglo II. Los camareros muy atentos y cambian los cubiertos y los platos tantas veces como hace falta. La comida estupenda. Me ha encantado el pan, es de masa madre, con una corteza muy crujiente y la miga elástica. Sale a la mesa calentito. El arroz meloso está en su punto, y eso que es difícil pues a veces queda “empastado” o el grano demasiado entero. La ración es cumplida. El semifrío de Mango tiene una textura tipo espuma, se deshace fresquito en la boca.

Un sitio muy especial diseñado por Frances Rifé Studio. El espacio es una obra de arte, por el diseño y por la muralla. Encontre a un gran profesional y amigo, Ricardo. Se ha unido al equipo hace unos meses, la atención y el servicio fueron impecables, junto a su compañera siempre estuvieron pendientes y explicándonos todos los platos muy agradablemente. Nos encantó la comida, un menú degustación Temple, con 12 pasos pero todo en su justa medida y muy sabroso. Sabores muy potentes y muy bien combinados. Una experiencia 100% recomendable para todo el que quiera disfrutar de una cocina eleborada con un toque diferente. Dejo alguna foto de los pasos.