Miguelitos

Un rico restaurante de concurrencia local. No es turístico. Comida de la zona Ambiente muy agradable. Mesas bien servidas con mantel. El local es amplio y hay bastantes mesas. Me pareció que hacía falta más personal para atenderlas a todas de mejor manera. La comida muy rica aunque no es nada distinto o gourmet. Son platos muy bien logrados y abundantes Buen sitio para comer sabroso

Edito la reseña tras haber celebrado un almuerzo el pasado 23 de septiembre. Todos los platos al mismo nivel, sin embargo el tiramisú de postre muy decepcionante. Sugerimos al restaurador que lo cambie por un tiramisú tradicional a la altura de los casi 8 euros que cobran por él. O si no encuentra uno de su agrado, que lo suprima de la carta. Fue un golpe bajo al excelente nivel del almuerzo. Otro de mis "clásicos" a los que voy con amigos y /o familia. Ideal para almuerzos de trabajo y para cenas, por su localización céntrica en pleno Eixample. También se puede ir en pareja.. Aunque para una cita romántica igual hay otros lugares 😉 Me encanta ir al Miguelitos por sus platillos, en especial su tortilla rota, su ensaladilla, las croquetas de jamón o de bacalao, los postres.. Siempre buenísimos. La carta de vinos es razonablemente buena. El local es precioso, la decoración es moderna pero no estridente, los vinos en vitrinas, y sus mesas de cuatro en un lateral, como pequeños privados son estupendas. También disponen de barra.

Un lugar impecable, con una ubicación privilegiada a solo una calle de la Diagonal de Barcelona. Decoración sobria y de buen gusto y un detalle poco común en estos días: Manteles de lino!!! Ideal para ese almuerzo informal pero de clase o para conversaciones de negocios. Una barra estupenda que invita a una noche de tapas. El servicio de primera , atentos, educados y una característica que aprecio mucho, pasan desapercibidos. El menú muy variado, todo de excelente calidad y exquisito sabor y presentación. Voy allí cada vez que tengo visitantes. Precios razonables, considerando el alto estándar del ambiente y de sus platos.

Montaditos, tapas, platos, todo de naturaleza sencilla pero que elaboran a su manera, que es totalmente especial. Felicidades por su desempeño, amor al oficio, al cliente, y por un local tan bonito y bien distribuido. El dueño que siempre controla atento y pese a su edad logra bromear con el cliente y hacerlo suyo Muchos éxitos

Es un restaurante que podemos denominar de clásico, incluso nos podríamos atrever a decir que tiene un cierto estilo "madrileño" en Barcelona. Pero lo dicho no es en absoluto negativo sino todo lo contrario. Camareros muy profesionales y no son jóvenes precisamente. Amabilidad a raudales. Y respecto a lo que estáis esperando: la comida, excelente. Éramos toda la familia (6) y decidimos compartir todos los platos: La tortilla Miguelitos es imprescindible, poco hecha, tártar de salmón excelente, las croquetas de bacalao que gustaron hasta a aquellos a los que no les entusiasma el pescado, calamares a la plancha , secreto...en fin. Todo muy bueno. Hay que ir con cuidado porque la cuenta se puede disparar, pero siempre basándose en una muy buena cocina y muy buen producto. Por ello le pongo 5 estrellas, aunque parezaca que no es un lugar "cool".

Algunos lo describen como un sitio caro, pero sinceramente puedes cenar de maravilla por un precio muy razonable. La factura se va a incrementar en función de lo que pidas, ya que todo el género es de primera. Lo mismo pasa si pides una tortilla, una ensalada de tomate y cualquier otro entrante para acabar rematando con una carne: en pocos sitios vas a comer tan bien a este precio. Cocina sin estridencias, puro producto. Y servicio de camareros de los que ya no se ven. Estupendo.

En general buena experiencia. Alguno de los platos que nos sirvieron, creemos que deberían estar más "trabajados". La tortilla abierta de patatas con buena textura, pero algo sosa . Buena calidad en el pescado, muy destacables los boquerones y el bacalao, aunque a este último, la chanfaina, cortada en trozos muy grandes con toques "crudités", a nuestro juicio, le restaba gusto. Carta extensa y con variedad. Buena carta de vino. Personal muy agradable, amable y solicito.