Taberna Beroa

Suelo ir a desayunar a las mañanas. Si valoro las cosas por separado a lo mejor influye en la experiencia que quiero trasmitir. Imaginad, un bar donde entráis poco después de las 8 am cardiaco después de dejar a dos niños pequeños en un cole cercano, tras despertarlas, vestirlas, peinarlas y medio llevar a rastras intentando imaginar que vives en un palacio de nubes o que estás en la playa relajado tomando el sol... trucos fallidos para mi y seguro que para mucha gente. Pues después del griterío y apunto de ir al coche para ir al trabajo llegas a un sitio donde la playa se enfoca en la tv. Siempre con una canción amena, que te guste el estilo o no, da ambiente. Y una camarera que parece que la persigue el coyote con una sonrisa de oreja a oreja y nada falsa y te pregunta que quieres o te va sirviendo tras asegurarse que quieres lo mismo de siempre. Trasmite lo mismo que un rugir de las olas tumbado al sol. Relax a la par de brío. El café es el único que no provoca en mi estómago lo mismo que el Desktop turbo en un fregadero. El pincho muy rico. Todo a un precio muy razonable. Además te llevas propina, ese "bueno, hasta luego, que tengas un buen día" entonces es cuando piensas... no sé si lo será, pero se me ha quitado la desgana y me has dado energía. Mil gracias