El Panero

Este restaurante se encuentra en una plaza encantadora y super bien situada para que el sol del invierno haga la comida más agradable aun si cabe. El personal es genial, todos son súper sonrientes y atentos. Hay suficientes camareros para ello, buen punto para el local. Como es típico en Granada, con la bebida nos pusieron una tapa de arroz que estaba exquisita. A parte pedimos unos huevos rotos, con unos huevos perfectos y unas papas al horno que estaban en su punto. Las costillas a la barbacoa fueron la mejor elección, con una carne de alta calidad y una salsa suave que no consumía el sabor de la carne sino que hacía una gran compañía.

Lugar ideal para tapas, raciones, comer, eso si si vienes andando hay que subir una buena cuesta o escaleras, pero merece la pena. Tuvimos suerte de encontrar mesa ya que estaba lleno. El camarero que nos atendió muy majo y rápido un 10 para el. Los caracoles una maravilla y las croquetas de vicio, recomendable 100x100.

He ido muchas veces a Granada y nunca pasé por ahí, pero volveré seguro. Nos sentamos en una barra pequeña que tienen en la ventana porque no había sitio, pero el camarero nos hizo un hueco en cuanto pudo en la terraza sin decirle nada. La comida está muy buena y de precio genial, además del buen servicio.

Nos gustó mucho, es un sitio al que volveríamos seguro. La ubicación es ideal, en una plaza soleada del Albayzin, con una amplia terraza al aire libre y sitio también en el interior. La tapa que nos pusieron junto con la consumición fue arroz con verduras, que no fue el mejor que comí en mi vida, pero para acompañar las cervezas no estuvo mal. Pedimos además una ración de caracoles, esto nos encantó: salsa espesa, un poco picante y con mucho sabor. Para repetir. Camareros amables y atentos. Precios correctos. Totalmente recomendable.

Sitio para hacer una parada obligatoria en un enclave ideal camino del albaicin. Una plaza tranquila y apartada, raro de encontrar en Granada, con un ambiente tranquilo y agradable para ser Sábado. Nos atendieron bien, quizás se notaba un poco de cansancio en el camarero que nos atendió, pero estuvo bien. La comida sobresaliente, casera y de muy buen sabor. Producto de primera calidad, nada de congelado por un precio más que aceptable para la ubicación . En las fotos podemos apreciar las puntillitas, los flamenquines caseros con patatas fritas y el plato denominado " Alpujarreño ". Con las bebidas nos trajeron unas tapas, que por cierto, el arroz en paella con verdura estaba espectacular, la otra fue ensaladilla rusa. RESUMEN de la experiencia: 8/10 calidad/precio: 8/10. Absolutamente recomendable hacer una paradita, ya sea para comer o para beber algo fresco.

Una parada perfecta! Si estás por la zona y te quieres parar a comer, lo recomiendo al 100% El personal muy amable, las tapas de acompañamiento perfectas. Y si ya pides de la carta como nosotros más que perfecto, platos grandes. Adjunto fotos y lo recomiendo, albóndigas riquísimas al igual que el plato alpujarreño.