Casa Diego

Llevo parando aquí desde pequeña. Se está muy bien y el ambiente es agradable. Los veladores invitan a pararse y tomarse un refrigerio y unas tapas, aunque he de decir que la última vez (la semana pasada) encontré algún taburete que otro en condiciones regulares, de hecho me clavé en la pierna una astilla bastante grande que atravesó el pantalón fino que llevaba. Por lo demás todo bien. Los caracoles están buenos, aunque el último día no nos lo sirvieron calientes, pero como estaban algo colapsados preferimos no dar más trabajo. ¡Un saludo!

Me quedo sin duda con el increíble servicio, el trato recibido por los camareros Igna y Lucía ha sido inmejorable, además de simpáticos muy atentos todo el rato por si nos faltaba algo (y aunque sobra decirlo recogiendo siempre para tener la mesa limpia). Fui a comer al mediodía con unas amigas y además de ser un sitio barato se nota que son responsables, todo llegó en orden y rápidamente. La comida estaba bastante buena y el ambiente ideal como siempre en Triana.

Todo rico, de principio a fin, con un montón de platos donde elegir, la ensaladilla espectacular, el montadito mantecao riquísimo ... Bueno, todo, todo ... La única pega que hay muchas mesas altas en la terraza y pocas sillas en relación, deberían poner más silla puesto que mucha gente se tiene que quedar de pié. Buena relación calidad, precio. Vuelvo a ir seguro.