Fabula

Local pequeño con buen ambiente, personal muy atento y simpático. Para desayunos, depende del día y hora, quizás hay q reservar. Fuimos sin reserva y tuvimos suerte, había muchas mesas reservadas (para brunch) Pedimos café latte (muy rico sin azúcar), un rollito de canela con crema dulce y una tostada con mermelada casera y queso crema. Todo muy rico! Volveremos.

Comida riquísima, latina-fusión gallega. Están muy puestos en alérgenos y además de la carta solo hay un plato con gluten (los tequeños) y de los 4 postes hay dos que son aptos para celíacos (tarta de queso y merengue). Nos encantó todo, pero especialmente la cachapa de raxo y la tarta de queso. El camarero fue muy amable y cercano. El cocinero vino al final a preguntarnos qué nos había parecido la comida y si teníamos alguna sugerencia, lo cual es un detalle que se agradece. ¡Volveremos!

Este sitio es de 10, he ido tanto a comer como a tomar café y la experiencia es inmejorable. Está todo riquísimo, se nota que tienen buen producto, además de que las elaboraciones son impecables, con sabores sorprendentes y una presentación exquisita. Me encantaron las arepas, las empandas, la hallaca y cuando creía que ya no me podía gustar más, llegaron los postres que son una maravilla. Personalmente recomiendo que no dejéis de probar la tarta de queso con reducción de cerveza negra y el merengón de frutas. El personal es realmente amable y el local es bonito y acogedor, así que te sientes como en casa. Hay que destacar que pese a haber bastante gente en el local, la comida salió muy rapido. Volveré.

Llegué esta mañana buscando algo de desayuno porque sabía que tenían opciones veganas. Ya había cenado aquí y me encantó. Se les había acabado la opción que tenían, pero me ofrecieron una tosta con sofrito de tomate, puerro confitado y setas. Hicieron de una carencia una oportunidad para destacar. Lo acompañé con un té negro. Un desayuno no sólo saludable y vegano, si no bastante fuera de las típicas opciones veganas que se pueden encontrar. El lugar tiene una decoración minimalista pero cálida, que no busca compensar la comida con una experiencia visual, porque no lo necesita. Es siempre una delicia venir aquí.